Samsung A52s: Mi experiencia tras dos años ¿sigue valiendo la pena?

Cuando lo compré allá por finales de 2022, buscaba un gama media que fuera equilibrado, que no me dejara tirado en el día a día y que tuviera una cámara decente para las fotos. El A52s, parecía cumplir con todo, y su procesador Snapdragon 778G prometía un buen rendimiento a largo plazo.

¿Cómo se ha portado después de todo este tiempo?

Pues sorprendentemente bien, la verdad. Empecemos por lo que más me sigue gustando:

  • La pantalla: La Super AMOLED a 120Hz Sigue siendo un auténtico gustazo consumir contenido multimedia, navegar o simplemente moverme por los menús. Los colores son increíbles, el brillo es más que suficiente incluso a plena luz del día y la fluidez que aportan esos 120Hz es algo a lo que, una vez te acostumbras, es difícil renunciar. Sinceramente, en este aspecto, no siento que se haya quedado atrás.
  • Rendimiento general: Para mi uso, que incluye redes sociales, mucha navegación, correo, alguna que otra partida a juegos no excesivamente exigentes y, por supuesto, WhatsApp a todas horas, el A52s sigue rindiendo de forma solvente. No voy a negar que alguna vez, muy de vez en cuando, he notado algún pequeño tirón al abrir aplicaciones muy pesadas o al tener muchas cosas abiertas, pero nada que empañe la experiencia diaria. Las actualizaciones de software, que Samsung ha ido cumpliendo, también han ayudado a mantenerlo fresco.
  • La cámara: Sin ser un buque insignia, la cámara principal de 64MP con estabilización óptica sigue sacando unas fotos muy buenas, especialmente con buena luz. Los colores son realistas y el nivel de detalle es bueno. El gran angular también da mucho juego para paisajes o fotos grupales. Quizás donde más flojea es en condiciones de poca luz, donde el ruido empieza a ser más evidente, pero para el usuario medio, creo que cumple con creces. Y el estabilizador óptico se nota un montón en los vídeos, lo único que reduce la luz en el video.
  • Batería: Aquí es donde quizás más se nota el paso del tiempo, como es lógico. Al principio, llegaba al final del día con un 20-30% de batería sin problemas. Ahora, con un uso similar, suelo necesitar cargarlo a última hora de la tarde o por la noche. No es un drama, y sigue aguantando una jornada laboral intensa, pero la degradación, aunque leve, está ahí. La carga rápida de 20W sigue siendo útil para esos momentos de apuro.

Lo que no me convence tanto:

  • Diseño: Aunque cuando lo compré me parecía correcto, ahora, comparado con diseños más modernos, la trasera de plástico (aunque resistente, todo hay que decirlo) se siente un poco… básica. Eso sí, con una buena funda, asunto arreglado y protegido.
  • Sonido: Los altavoces estéreo cumplen su función y el volumen es adecuado, pero no esperes una calidad de audio excepcional para escuchar música. Para vídeos y podcasts, más que suficiente, y se agradece que mantenga el jack de 3.5mm para auriculares, que en los móviles nuevos, raramente está.

Entonces, ¿merece la pena el Samsung A52s a día de hoy?

Si lo encuentras de segunda mano a buen precio o en alguna oferta muy específica, y buscas un teléfono solvente para el día a día, con una buena pantalla y una cámara decente, creo que todavía puede ser una opción interesante. Obviamente, hay modelos más nuevos en el mercado, incluso dentro de la propia Samsung, que ofrecen características actualizadas.

Pero lo que quiero destacar con este artículo es que el Samsung A52s ha demostrado ser un guerrero. Ha aguantado dos años de uso continuo sin grandes problemas, ofreciendo una experiencia de usuario muy satisfactoria para su gama. Para mí, ha sido una compra acertada y un ejemplo de que no siempre es necesario irse a lo más caro para tener un móvil que cumpla durante mucho tiempo.

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